Suele ser norma general que uno
salga de los conciertos con esa sensación de euforia infinita y de haber visto
"el concierto de mi vida" y que, luego con el paso de las horas y los
días esa sensación se vaya relajando y convirtiendo lo vivido en un
"simple" GRAN CONCIERTO.
Es menos común que, tal y como yo
estoy experimentado hoy, uno salga pensando que algo ha pasado para no ser tan
bueno como se esperaba y haya una cierta desilusión y con el paso de esas
mismas horas (no sé si de los días y meses posteriores) uno crea haber vivido
un "CONCIERTAZO BRUTAL".
Creo que todos sabemos que el Sr.
Lawless (Blackie para los amiguetes) es un personaje peculiar, con una enorme
personalidad y por supuesto, con un EGO tremendo y obviamente eso se traduce en
momentos épicos y otros algo desconcertantes.